¡Hola!
Quiero compartir mi testimonio, es decir: cómo me llamó Dios para seguirlo.
Yo soy de México, todo comenzó mientras residía en la ciudad de Guadalajara e iniciaba a estudiar en la Universidad, había cogido el Magisterio.
En aquel tiempo estaba muy bien económicamente, me iba muy bien en el trabajo y en la universidad, profesionalmente crecía y me iba desarrollando bien. (¡No me faltaba nada!)
Pero llegó un momento en el que me encontré con un gran vacío, lo tenía todo, pero al mismo tiempo no tenía nada.
Me empecé a plantear varias preguntas: ¿por qué y para qué vivo? ¿qué sentido tiene vivir así, estudiar, estudiar y estudiar? ¿para quién será todo si estoy sola?
Mientras más me cuestionaba, más grande se hacía el vacío… pasaron varios días, algunos meses; mis notas comenzaron a bajar, ya no me concentraba en la Universidad, así que comencé a buscar cosas alternativas, respuestas para llenar mi vacío… pero ¡nada!
Hasta que un día, me atreví a hablar con un amigo y le conté todo lo que me pasaba. Él me invitó a una convivencia y antes de comer hicieron un momento de oración. Me impactó muchísimo como se relacionaban con Dios, cantaban y bailaban, estaban felices. Yo conocía a un Dios diferente, uno castigador que estaba solamente en la Iglesia. Ahí me hablaron de un amigo, una persona viva, uno que me amaba. Desde ese momento inicié a sentir algo, me di cuenta de que algo había cambiado en mí. Ahí me di cuenta que mi vida no iba a ser igual.
Empecé a buscar más a Dios en mi vida y solamente Él pudo llenar mi vacío. Tomé la decisión de entregarle toda mi vida para siempre. Y ahora puedo decir: ¡bendita crisis que me llevó a conocer a Dios!
Deseo que tú también puedas tener un encuentro con Dios.
Flor